19 abril 2008

Mensajes en el agua



Hoy hablaré sobre algo que me encantaría que todo el mundo conociera, espero que al leerlo como mínimo reflexionéis sobre ello.


Masaru Emoto, Presidente de la Sociedad Internacional HADO se puso a investigar con el agua hacia el año 1994. Sus experimentos se basan en tomar fotografías de los cristales que se forman al congelar el agua.


Para nuestros ojos, sea cual sea la composición del agua, la veremos siempre igual, pero si la congelamos y fotografiamos los cristales que se forman podremos descubrir cosas sorprendentes.


Emoto realizó diversos experimentos, analizando aguas de diferentes países. En este grado, ya vemos que según la pureza del agua se formarán cristales preciosos o por el contrario, puede que incluso no puedan formarse por lo contaminadas que estén.


Pero, personalmente, la parte más interesante e impactante será cuando el agua es expuesta a diferentes factores antes de ser congelada: Música, imágenes, palabras, emociones y pensamientos de la gente.


Me centraré el en poder de las palabras sobre el agua, pero si se entiende, se puede predecir el efecto que tendrán sobre ella el resto de elementos.


El procedimiento en este caso para llevar a cabo el experimento consiste en escribir en los frasquitos que contienen el agua palabras en diferentes idiomas pero con el mismo significado, pegando etiquetas o escribiendo directamente con un rotulador permanente. Es decir, como "hablarle al agua".


Para que veáis el efecto de las palabras, las dos fotografías de arriba: la primera, bellísima, con las palabras AMOR/COMPRENSIÓN. Debajo, un cristal distorsionado, disperso y desfigurado. En su frasquito ponía: "Me das asco. Te voy a matar".



Como estos dos ejemplos, hay muchos más: se formarán cristales preciosos con palabras como Gracias, Alma, Ángel, Hermoso... y cristales deformados y horribles con palabras como Estúpudo, Sucio... Lo mismo ocurre cuando hacemos el experimento con dos botes de arroz (fotografía a la derecha)


Así como vamos viendo más y más imágenes, nos damos cuenta de que las palabras tienen un inmenso poder y de que sus vibraciones pueden cambiar la estructura molecular del agua y, consecuentemente, nuestro cuerpo y nuestros alimentos.


Y aquí os propongo la reflexión. Si las palabras, la música, las emociones, etcétera, influyen de esta manera en el agua, y nuestro cuerpo es nada más y nada menos que un 70% de agua... Os podréis imaginar como está nuestro cuerpo cuando nos dedicamos palabras bonitas y tenemos pensamientos positivos y como estará cuando sobre él recaigan palabras y pensamientos negativos.


Así, cuidad lo que decís, escucháis y pensáis, pues puede tener maravillosas o nefastas cosecuencias sobre vuestro cuerpo.


Lo que habéis leido aquí es solo un humilde resumen del trabajo de Emoto. Si os interesa, todo está recogido en un libro precioso que recomiendo encarecidamente: Mensajes del agua, de Masaru Emoto, en la editorial La Liebre de Marzo.


En el libro, veréis por supuesto muchos más ejemplos y imágenes de los cristales fotografiados, que unidas con los textos explicativos nos ayudan a entender la forma tan íntima en que estamos conectados los seres humanos y el universo.


Si el libro no está a vuestro alcance, siempre encontraréis información en internet.


Como apunte final, os diría que escribierais siempre que pudierais palabras bellas en vuestras botellas, botes, incluso pensad en el efecto que tendrá sobre vosotros la ropa que llevéis con palabras "feas". Si pone Paz y Amor, mucho mejor ;)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vaya, que reflexión tan genial, habia visto el documental antes, pero no habia reparado en el 70 % que forma nuestro cuerpo.

Es un post genialll me parece que al final si que me apetecerá dedicarme una publicación semanal en este lugar,, al que preveo una larga vida jajaja... por cierto tengo un nuevo post, con el que te vas a reir al final... saludos bichillo